Sabes...
tus recuerdos siguen alimentando mi alma
esos momentos de inmensa felicidad
aún hoy, en mis momentos más difíciles
son los que me mantienen en pie, con fé...
Tu ausencia me cobró dulcemente la factura
mi cuerpo parece el de una muñeca de papel
pegada a las cartas, a las dulces palabras que me dabas,
de grandes ojos y grandes ojeras,
el dulce sabor de la vida se me ha ido de las mejillas
Estas 10 toneladas de lágrimas que te lloré
son los 10 kilos de menos que tengo desde que
partiste de mi vida...
¿Tu ya tiraste todos nuestros recuerdos?
¿Aún conservas algo de aquello?
Todavía recuerdo y sonrío... vaya que lo hacía contigo
¿Recuerdas aquellas noches donde mi involuntaria sonrisa se quedaba
en mi rostro para amanecer así, a tu lado... ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario